No lo digo yo. Lo dice Alberto Barranco, colaborador del periódico El Universal, en su columna del día hoy:
Revitalizada ante el nuevo escenario electoral la posición del PRI, quien está capitalizando la inyección es el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Convertido en una suerte de poder tras el trono, el polémico político tiene saturada la antesala de peticionarios, busca-chambas y la vieja guardia que vive en la nostalgia de antiguas glorias.
Hace unos días, por ejemplo, llegó a las oficinas un funcionario de Petróleos Mexicanos con la intención de un aval para impedir su despido, topándose en la sala de espera con el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, quien llevaba dos horas aguardando una cita.
¿Y ustedes creían que Carlos Salinas de Gortari no se encontraba en activo?
Recuerden, él es el padrino político de Enrique Peña Nieto. Y el salinismo es lo que nos espera, de nuevo, si Peña Nieto se convierte en Presidente.
Saludos.