martes, 8 de diciembre de 2009

El verdadero jefe del Cártel de Sinaloa



No lo digo yo. Lo dicen Los Tigres del Norte en la letra de su narco-corrido "El circo".

Para entender el verdadero significado de la misma sólo basta con cambiar la palabra "circo" por la palabra "cártel", y entonces, podremos darnos cuenta de la realidad socio-política que Los Tigres del Norte tratan de denunciar en su obra:

"El cártel"

Entre Carlos y Raúl
eran los dueños de un cártel.
Carlos era el domador,
era el hermano más chico.
Raúl, el coordinador,
con hambre de hacerse rico.

Se hicieron tan influyentes
que empezaron a truncar
los cárteles por todos lados
hasta hacerlos fracasar
pa' quedarse con las plazas
y libres pa' trabajar.

El cártel que había en el Golfo
fue el primero que cayó
y los cárteles de Chihuahua
fue Carlos quien los cerró,
quedando el de Sinaloa
y al frente su domador.

Raúl se hizo millonario
dicen que por ser el mago,
desapareció el dinero
de las manos de su hermano.
Hoy dicen que está en los bancos
de Suiza y por todos lados.

Carlos desapareció,
se le vino el cártel abajo.
Aprenden al Sinaloense
después de aquel avionazo,
fue como a Raúl y a Carlos
se les acabó el trabajo.

Raúl se encuentra en la cárcel
ya se le acabó la magia.
Carlos en la cuerda floja,
ahora la gente descansa
hasta que llegue otro cártel
y otra vez la misma transa.


Tal como lo menciona la canción, en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, se dieron dos duros golpes al narcotráfico: el asesinato de Even Rubalcaba, jefe del cártel del Golfo, en 1994; y la aprensión de Miguel Ángel Félix Gallardo, "El jefe de jefes", en 1989.

En su libro El cártel de Sinaloa del periodista Diego Enrique Osorno, aparece una entrevista a Miguel Ángel Félix Gallardo en donde señala que Carlos Salinas de Gortari se convirtió en el verdadero jefe del cártel de Sinaloa:

Gallardo Félix se encuentra hoy muy enfermo, con pérdida de visión y oído. La motivación del "Jefe de Jefes" para hablar es pintar una raya: "cuando él estaba eran narcotraficantes, lo que hay ahora son criminales, viene a decir", explicó Osorno.

Gallardo Félix desmiente también la noción de que repartió territorios entre lugartenientes y aliados, hoy señores de los cárteles. Eso, dice, lo hizo un alto mando de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-94).


El sinaloense que es apresado después del "avionazo" que menciona la letra de la canción es Héctor Luis Palma Salazar, "El güero Palma", lugarteniente del cártel de Sinaloa quien se estrelló en una avioneta en 1995.

Una vez detenido por el Ejército mexicano, y encarcelado, Palma Salazar cedió el control del cártel de Sinaloa a Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", quien presuntamente rompió relaciones económicas y políticas con la familia de Carlos Salinas de Gortari.

En ese mismo año, Raúl Salinas de Gortari fue encarcelado por su supuesta participación, como autor intelectual, en el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu.

Tras la detención judicial, Carlos Salinas de Gortari huyó a Europa donde pasó exiliado y temeroso de ser inculpado por su hermano hasta mediados del 2005, cuando regresó a México para coordinar el complot político en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Ahora, Carlos Salinas de Gortari despacha libremente desde sus oficinas ubicadas en la Ciudad de México, y es el padrino político de Enrique Peña Nieto.

Si Peña Nieto gana las elecciones presidenciales del 2012, Carlos Salinas de Gortari volverá a tener el poder político y económico que tuvo durante su sexenio, incluyendo, el control de los cárteles de la droga mexicanos.


Saludos.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Padrino de lujo



No lo digo yo. Lo dice Alberto Barranco, colaborador del periódico El Universal, en su columna del día hoy:

Revitalizada ante el nuevo escenario electoral la posición del PRI, quien está capitalizando la inyección es el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Convertido en una suerte de poder tras el trono, el polémico político tiene saturada la antesala de peticionarios, busca-chambas y la vieja guardia que vive en la nostalgia de antiguas glorias.

Hace unos días, por ejemplo, llegó a las oficinas un funcionario de Petróleos Mexicanos con la intención de un aval para impedir su despido, topándose en la sala de espera con el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, quien llevaba dos horas aguardando una cita.


¿Y ustedes creían que Carlos Salinas de Gortari no se encontraba en activo?

Recuerden, él es el padrino político de Enrique Peña Nieto. Y el salinismo es lo que nos espera, de nuevo, si Peña Nieto se convierte en Presidente.


Saludos.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Un hombre que quizo ser Rey



No lo digo yo. Lo dice Enrique Krauze, un seudo-intelectual, palero de Televisa, que descalificó a Andrés Manuel López Obrador llamándole "el mesías tropical" pero que olvidó que, en el fondo, la lucha política del PRD era precisamente en contra del modelo político y económico de Carlos Salinas de Gortari.

En este documental, no sólo se escuchan las voces de izquierda sino también las voces de los panistas. Hasta Vicente Fox Quezada se queja de Salinas. Ese es el tamaño del fraude electoral que llevó a Carlos Salinas de Gortari hasta la silla presidencial.

Sin embargo, no hay que olvidar que el PAN le brindó legitimidad a Carlos Salinas durante todo su sexenio a cambio, obviamente, de permitirles ganar sus primeras elecciones municipales y estatales.

Tras la detención de Joaquín Hernández Galicia "La Quina", Salinas mandó un mensaje a sus adversarios políticos: o se alineaban con él, o terminaban en la cárcel (o muertos, como muchos militantes del PRD).



La política económica exterior de Carlos Salinas consistía en un neo-liberalismo económico, made in Harvard, que abogaba por la eliminación de impuestos y tazas arancelarias a la exportación y a la importación de productos y mercancías. El Tratado de Libre Comercio de Norteamérica es el símbolo innegable de dicha política.

Sin embargo, a nivel interno, las políticas neo-liberales implementadas por Carlos Salinas de Gortari sólo trajeron pobreza, desigualdad y desempleo. Los famosos "pactos" firmados entre sindicatos, gobiernos y empresarios llevaron a la devaluación sucesiva de los salarios mínimos, y con ello, a la reducción drástica del poder adquisitivo de todos los mexicanos.

El neo-liberalismo económico demanda una menor intervención del gobierno tanto en el sistema productivo nacional como en la prestación de servicios. De esta manera, Carlos Salinas comenzó con las privatizaciones de empresas para-estatales y empresas públicas. Sin embargo, tal como lo denuncia el Profesor Lorenzo Meyer, estas privatizaciones serían sumamente selectivas y tendrían como objetivo favorecer a los amigos y a los aliados de Salinas.



El dinero de las privatizaciones, apunta Enrique Krauze, se destinaría a pagar los intereses de la deuda externa y a poner en marcha el programa "Solidaridad", un programa populista de desarrollo social que llevó a Carlos Salinas de Gortari a obtener una mayor aceptación entre los sectores de clase media y media baja que habían votado, en 1988, por Cuauhtémoc Cardenas Solórzano.

Pero la puñalada por la espalda que asestó Carlos Salinas a estos sectores sociales vino con la reforma al Artículo 27 constitucional, la cuál otorgaba a los ejidatarios la libertad de poder vender sus tierras. "Poner en el mercado las tierras ejidales en épocas de crisis es como un crimen", afirma López Obrador, "porque cuando la gente no ve dinero y se le permite vender la tierra, eso es lo primero que hace". De esta manera, a la postre, los terratenientes campesinos, las grandes empresas agrícolas y las trasnacionales productoras de alimentos fueron los verdaderos beneficiarios de esta reforma.

Pero el salinato guardaba su sorpresa política más desagradable: no reconocer al PRD y anular sus victorias electorales. Los candidatos de oposición no competían contra el PRI en las elecciones sino contra todo el aparato del estado, una estructura socio-política que se nutría del dinero de las privatizaciones, y que era controlada por un sólo hombre: Carlos Salinas de Gortari.



Pero el sueño terminó con la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional quien demandaba, entre muchas otras cosas, la revisión del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y el respeto a la autonomía indígena.

Salinas asume una doble postura: anuncia públicamente una amnistía general a los insurrectos, pero también, aunque el documental no lo dice, intensifica el programa de entrenamiento de grupos para-militares en Chiapas. De nuevo, fiel a su estilo, intenta dar una puñalada en la espalda al movimiento insurrecto indígena.

Esa hipocrecía política que se acentuó en los últimos años de su administración como Presidente de la República es lo que hace a muchas personas sospechar que el propio Carlos Salinas de Gortari fue el autor intelectual del magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta.



Algo sabía de todo esto José Francisco Ruíz Massieu, al grado de ser silenciado. Algunas voces insisten en señalar que Carlos Salinas fue quien dio las órdenes de asesinar tanto a Colosio como a Ruíz Massieu. Hasta la fecha, ninguna autoridad judicial se ha atrevido a señalar la probable participación de Salinas de Gortari en dichos crímenes.

Carlos Salinas de Gortari terminó su sexenio en la cuerda floja y tuvo que salir del país, odiado, abucheado y repudiado por cientos de miles de mexicanos. El político que se sintió un día Rey ha perdido su corona debido a sus propias decisiones.

Él es el padrino político de Enrique Peña Nieto. Y esto es lo que nos espera, de nuevo, si Peña Nieto se convierte en Presidente.


Saludos.

sábado, 5 de diciembre de 2009

El por qué de este blog



Según Consulta Mitofsky, Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, es el político nacional que en encabeza las preferencias electorales para convertirse en el próximo Presidente de la República Mexicana.

Sin embargo, detrás del triunfalismo electoral que algunos medios y algunos líderes de opinión quieren contagiar a los votantes, se encuentra una realidad poco difundida que implica a uno de los personajes más nefastos de la historia política mexicana: Carlos Salinas de Gortari.

Tras haber sido nombrado Presidente electo, después de la caída del sistema electoral de 1988, Carlos Salinas de Gortari se convirtió en el político mexicano que mayor número de empresas públicas ha privatizado.

El discurso oficial detrás de estas privatizaciones fue que las empresas del estado eran "inproductivas", "poco rentables", y que consumían una cantidad importante de recursos del sector público.

La historia ha demostrado que el discurso oficial detrás de las privatizaciones era una simple mentira que trataba de ocultar el hecho de que las empresas públicas serían otorgadas a amigos y a aliados políticos de Carlos Salinas de Gortari.

Actualmente, México tiene varios de los bancos más ricos del mundo, una compañía de telefonía fija que ha llevado a Carlos Slim a la lista de Forbes, y una televisora de cobertura internacional multimillonaria. Todas ellas eran empresas para-estatales privatizadas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Enrique Peña Nieto, fiel a los postulados económicos-políticos de Carlos Salinas de Gortari, como gobernador del Estado de México ha privatizado diversos proyectos de obra pública, entre ellos, el más notable, el Viaducto elevado Bicentenario.

Aunado a ello, y siguiendo la tradición privatizadora del sexenio de Salinas, Peña Nieto ha permitido que diversos presidentes municipales regalen a empresas privadas patrimonio de carácter público.

La lógica neo-liberalista detrás de su visión de gobierno debería preocuparnos a todos: si Enrique Peña Nieto gana las elecciones presidenciales de 2012, cientos de empresas públicas, incluídas la Comisión Federal de Electricidad, la Comisión Nacional del Agua, la Comisión de libros gratuitos, Caminos y Puentes Federales, el Instituto Mexicano del Seguro Social y Petroleos Mexicanos, corren el riesgo de ser privatizadas.

La privatización, en general, es un insulto para la democracia: los políticos deciden en cuánto, cómo y a quién vender empresas y propiedades públicas (no propiedad del gobierno, sino de todos los ciudadanos) que representan un verdadero negocio para sus amigos y sus aliados políticos que terminan adquiriéndolas.

¿Qué se hizo con el dinero que representó la venta de Teléfonos de México, de Ferrocarriles Nacionales de México, del Instituto Mexicano de la Televisión, de los Estudios Churubusco, de siderúrgicas, de azucareras, de editoriales y de carreteras privatizadas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari?

¿A dónde se irá el dinero de todo aquello que se privatice en el sexenio de Enrique Peña Nieto?

Finalmente, la ideología política de Carlos Salinas de Gortari es una fachada para justificar el saqueo, el populismo y el enriquecimiento ilícito: "convertir la riqueza del gobierno en ganancia de unos cuantos, y convertir las pérdidas del gobierno en deuda de todos los ciudadanos", tal como ha dicho Andrés Manuel López Obrador, el único político desaforado en la historia reciente de México.

Votar por Enrique Peña Nieto para Presidente de México es apostarle al salinismo, y el salinismo es la peor doctrina política y socio-económica que podamos volver a padecer todos los mexicanos.

La misión de este blog es recordarles a todos ustedes quién era, quién fue y quién es en verdad Carlos Salinas de Gortari, el padrino político de Enrique Peña Nieto.


Saludos.