
Tengamos memoria histórica. Digamos NO al PRI. Digamos NO a Carlos Salinas de Gortari. Digamos NO a Enrique Peña Nieto.
Saludos.
El padrino político de Enrique Peña Nieto
Carlos Salinas de Gortari, presidente de México de 1988 a 1994, retó a Andrés Manuel López Obrador a debatir las propuestas de ambos. "Va a reprobar. No basta decir qué propone cuando ya se tuvo la oportunidad de gobernar; quien ya gobernó puede ser evaluado, sométanlos a la prueba del ácido, de comparar lo que ofrecen para adelante con lo que han hecho para atrás".
“Quiero aprovechar aquí en Villaflores para mandar un recado al señor Carlos Salinas, quien ayer expresó que le gustaría que hubiera un debate conmigo. Le digo que acepto, que ponga las condiciones y use su influencia sobre Televisa para que ahí nos den una o dos horas, y de cara a la nación podamos aclarar paradas."
“Es muy importante, señor Salinas, que podamos debatir, porque yo, como usted lo ha expresado, vengo sosteniendo que usted es el jefe de la mafia del poder en el país, que es responsable de la tragedia nacional… [y] ahora el representante de Enrique Peña Nieto; va a ser muy interesante que podamos intercambiar puntos de vista de cara a la nación.
“Va a ser muy bueno para la salud pública, para la cosa pública, un intercambio de puntos de vista con el representante de los 30 potentados, de los medios de comunicación más influyentes del país.”
A Salinas se le puede acusar de asesino, ladrón, cínico y de las peores cosas, pero nunca de tonto o imbécil en política y para acumular riquezas. Hay muchos datos probados para demostrar que el “maximato” salinista ha estado vivo en el país desde que este personaje fue director de la campaña política presidencial de Miguel de la Madrid y de su Plan Nacional de Desarrollo, así como cuando se deshizo del secretario de Hacienda, Silva Hérzog, empujándolo con un dedo. En los hechos los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón han seguido la línea privatizadora salinista. No he olvidado que cuando Cárdenas, Muñoz Ledo rompían en 1987 con el PRI y este último declaraba que Salinas representaba un nuevo proyecto de país, el funesto Angel Gurría declaraba que este proyecto –desde entonces conocido como neoliberal o privatizador- sería de 25 años. Yo realmente pensé que era una jalada cerebral, pero ya llevamos 28 años.
Muchos creyeron que el expresidente Carlos Salinas, el padre del neoliberalismo en México, había sido enterrado durante el sexenio (1994-2000) de su sucesor Ernesto Zedillo. Éste “lo obligó” a exiliarse después de meter a su hermano Raúl Salinas en la cárcel por gigantescos fraudes y asesinato. Pero ha sido tan hábil y corrupto el señor Salinas que aprovechó el sexenio zedillista para preparar su regreso triunfal a México durante los gobiernos panistas de Fox y de Calderón. Salinas fue en México lo que Ménem en Argentina y Fujimori en Perú, pero los ha superado ampliamente porque Ménem fue rechazado al querer regresar a la alta política y Fujimori –aunque tiene cierta fuerza en Perú- está en la cárcel. Salinas entre tanto, ha recuperado su jefatura real entre los priístas, entre un poderoso grupo de empresarios y en los medios de información. Aunque muchos le mentemos la madre, reconocemos su habilidad.
Fue la tarde del 7 de febrero de 2008, en el hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México, cuando Manlio Fabio Beltrones, previa consulta con Carlos Salinas, emitió el dictamen: Leonardo Valdés Zurita sería el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE).
“Gracias, senador”, respondió Valdés, según testigos del arreglo personal con Beltrones, quien enseguida se comunicó con sus operadores en la Cámara de Diputados para transmitirles que ya había “dispuesto” al sucesor de Luis Carlos Ugalde en la presidencia del IFE, en ese momento interinamente encabezado por Andrés Albo, amigo de bohemias de Felipe Calderón desde principios de los noventa.
Valdés había logrado convencer al coordinador de la bancada perredista, Javier González Garza, de proponerlo como aspirante a presidir el IFE sólo por haber sido militante del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) de Heberto Castillo, y Beltrones capitalizó astutamente esa torpeza para tener un consejero más a su causa, aunque con un barniz de “izquierda”, para usarlo en los momentos clave.
Las elecciones presidenciales de 2012, por ejemplo.
No es casual, por ello, que Salinas haya sido el invitado principal en las fiestas del 20 aniversario del IFE, cuya disertación tuvo como marco el patio central del Palacio de Minería, con burócratas del IFE, algunos estudiantes y periodistas como oyentes.
La justificación para esa presencia de Salinas fue que él creó esa institución, pero también se trata de un mensaje: El IFE nació sometido al gobierno de ese personaje y, 16 años después de irse del país por el repudio popular, retoma el control para la reconquista del poder presidencial a trasmano.
Salinas no perdió la oportunidad para pontificar sobre la alternancia y la democratización del país, llevando agua para su molino. “Si la alternancia es la prueba de la democracia… bienvenida para el 2012”, afirmó en un claro mensaje anticipado de campaña a favor de su partido y, por supuesto, de su principal candidato, Enrique Peña Nieto.
"[Enrique] Peña Nieto va a ser el candidato de Televisa a la Presidencia de la República... Ya la oligarquía tiene candidato..."
"[Carlos] Salinas de Gortari es el jefe de campaña de [Enrique] Peña Nieto, y Televisa la encargada de la propaganda [política]..."